Los errores más comunes al usar un molinillo de café y cómo evitarlos

En el mundo del café profesional, un buen molinillo de café es tan importante como la calidad del grano o la máquina que se utiliza. Sin embargo, en muchos bares y cafeterías se cometen errores al moler el café que afectan directamente al sabor, al aroma y a la rentabilidad de cada taza.

En este artículo repasamos los fallos más habituales y cómo evitarlos con buenas prácticas y equipos de calidad.

Usar una molienda inadecuada para el tipo de café

Uno de los errores más comunes es utilizar un mismo grado de molienda para todos los métodos de preparación. Un espresso requiere una molienda fina y homogénea, mientras que una prensa francesa o un filtro necesitan una molienda más gruesa.

No ajustar el molinillo de café a cada método puede provocar cafés aguados o con exceso de amargor. Lo ideal es adaptar la molienda al tipo de máquina, al tiempo de extracción y a la presión del agua.

No calibrar el molinillo con regularidad

Con el uso continuo, las muelas se desgastan y pierden precisión. Si no se recalibra el molinillo de café, las dosis y la textura del molido pueden variar sin que el barista lo note.

Revisar la calibración cada mañana, especialmente si cambian las condiciones de humedad o temperatura, garantiza una extracción constante y una mayor estabilidad en el resultado en taza.

Moler café por adelantado durante horas

Moler grandes cantidades de café por anticipado puede parecer una forma de ahorrar tiempo, pero compromete la calidad. El café molido pierde aroma y frescura en cuestión de minutos por la oxidación de sus aceites naturales.

La mejor práctica es moler justo antes de servir. Un molinillo de café on demand o de dosis controlada evita el desperdicio y mantiene la calidad del producto final.

Descuidar la limpieza del molinillo

Los restos de café y los aceites acumulados en las muelas alteran el sabor y pueden generar notas amargas o rancias. Una limpieza diaria de la tolva y una limpieza profunda semanal con productos específicos son esenciales para mantener el molinillo en óptimas condiciones.

Además de garantizar un mejor sabor, la limpieza regular alarga la vida útil de las piezas y mejora el rendimiento general.

No controlar el tiempo de molido ni la temperatura

En entornos de trabajo intensivos, los molinillos pueden calentarse y afectar la molienda. Un exceso de temperatura altera el grano y modifica el sabor del café.

Elegir un molinillo de café con motor asíncrono, buena ventilación y sistema de disipación térmica evita este problema y garantiza una dosis constante y precisa incluso con alto volumen de trabajo.

Checklist rápido para profesionales

  • Ajustar la molienda según el método de preparación.
  • Calibrar el molinillo cada día.
  • Moler solo la cantidad necesaria.
  • Limpiar las muelas y tolvas a diario.
  • Vigilar la temperatura y el tiempo de molido.
  • Sustituir las muelas según el uso recomendado.

Un molido perfecto empieza por el equipo adecuado

Evitar estos errores no solo mejora el sabor, también reduce costes y mantiene un estándar de calidad constante.

El molinillo de café es la herramienta clave en cualquier barra profesional: su precisión y fiabilidad marcan la diferencia entre un café correcto y un café excelente.

En Santos Addict España, trabajamos con la gama de molinillos de café Santos, reconocidos por su precisión, durabilidad y silencio. Fabricados en Francia y utilizados por baristas y tostadores de todo el mundo, son una garantía de calidad para cualquier negocio de hostelería. Descubre más sobre ellos en nuestra web.

Molinillos de café Santos